En gran parte, escuchar On the Threshold of a Dream, el cuarto disco de los británicos Moody Blues es, como bien dice su título, como estar en el umbral de un sueño. Está compuesto por un puñado de canciones perfectas, casi todas interpretadas a partir de una guitarra acústica densa y colorida, y arregladas de manera que crean sensaciones oníricas, con climas de noche lluviosa entre estribillos pegadizos y bajos acolchonados. Los arreglos de cuerdas son sutiles, las flautas y armónicas que aparecen de vez en cuando parecen gotas de rocío en un bosque embrujado. Y es que los Moody Blues consiguen recrear, con elementos que en un comienzo parecen simples, ambientes mágicos y románticos. Y tal vez la mayor diferencia con otras bandas que pretenden metas similares es que los Moody no suenan pretenciosos ni redundantes, sino todo lo contrario: lo de estos muchachos parece música creada por duendes, con buen gusto, naturalidad y emociones complejas.
01 - In the Beginning
02 - Lovely to See You
03 - Dear Diary
04 - Send Me No Wine
05 - To Share Our Love
06 - So Deep Within You
07 - Never Comes the Day
08 - Lazy Day
09 - Are You Sitting Comfortably?
10 - The Dream
11 - Have You Heard, Pt. 1
12 - The Voyage
13 - Have You Heard, Pt. 2
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