lunes, 21 de julio de 2008

Tim Buckley - "Starsailor" (1970)


El crítico italiano Piero Scaruffi, reconocido detestador de los Beatles, desea en una reseña sobre el cuarteto de Liverpool "que algún día no muy distante haya una clara demarcación entre un gran músico como Tim Buckley, quien nunca vendió mucho, y productos comerciales como los Beatles". Más allá de mi absoluta oposición respecto de sus críticas negativas hacia el grupo de Ringo Starr y compañía, que obviamente me apasiona, Scaruffi tiene razón en que Tim es un músico increíble y en que merece mucho más reconocimiento que el que hoy en día tiene.

Starsailor es el sexto álbum de Buckley, y marca un paso adelante hacia la excentricidad con respecto al anterior y muy peculiar Lorca. Las melodías inestables, la voz quebrada, los sorprendentes arreglos, repletos de ideas e innovaciones, acá se ven potenciados y alcanzan un pico de belleza al que llegan pocos cantautores. Uno de los elementos que contribuyen para esto es la incursión de Buckley en el jazz y los coqueteos con el avant-garde, que de a poco lo fueron alejando del folk de sus comienzos. Es que Tim consigue jugar con influencias disímiles y poco usuales en cantautores folk: en las notas extremas que alcanza con su voz se percibe un sabor a canciones tradicionales orientales, en su modulación marcada y su canto apasionado, dramático, percibo una conexión con cantautores franceses como Jacques Brel.

La música, mientras tanto, es muchas veces acústica -bajos, percusiones, vientos-, con ciertos aires jazzísticos. Sin embargo, en pocos casos se podría tratar a la música de Starsailor como convencional, ya que la principal meta de Buckley parece ser generar una relación bien estrecha con sus emociones, para lo cual debe darle a sus composiciones -ya de por sí muy particulares- un tratamiento poco frecuente: esto está presente tanto en la reiteración tensa de The Healing Festival -que me hace acordar, por momentos, a algunas cosas del primer Nick Cave- como en el increíble trabajo percutivo de Maury Baker, quien le otorga a las canciones un dinamismo y una fluidez que, muchas veces, parecen chocar con el resto de los instrumentos.

Melancólico, otoñal, romántico y sin embargo tan extravagante como para interesar incluso a fanáticos de -por ejemplo- Captain Beefheart, Tim Buckley fue un cantautor verdaderamente único, capaz de meter en cada una de sus canciones una enorme cantidad de imaginación, quiebres improbables y texturas capaces de poner la piel de gallina.

01 - Come Here Woman
02 - I Woke Up
03 - Monterey
04 - Moulin Rouge
05 - Song to the Siren
06 - Jungle Fire
07 - Starsailor
08 - The Healing Festival
09 - Down by the Borderline

@320 kbp/s


Did I dream you dreamed about me?
Were you hare when I was fox?

Now my foolish boat is leaning,

broken lovelorn on your rocks,

for you sing, "Touch me not, Touch me not, Come back tomorrow:

O my heart, O my heart shies from the sorrow"


I am puzzled as the newborn child,

I am troubled at the tide:

Should I stand amid the breakers?

Or should I lie with Death my bride?

Hear me sing, "Swim to me, Swim to me, Let me enfold you:

Here I am, Here I am, Waiting to hold you"


(Fragmento de Song to the Siren)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades al crítico italiano, por el gusto tan exquisito que tiene, menudo elemento.
Algunos quieren destacar pasándose de... ¿listos? En fin, lo importante es que no engañe a nadie. BEATLES FOREVER.
Josef, gracias por el posteo.


RING

Josef Gaishun dijo...

La verdad es que conocí hace poco el trabajo de Scaruffi, y parece ser un tipo bastante reconocido, desde hace muchos años.

Es uno de esos críticos que, de toda la música que debe haber escuchado en su vida, jamás le puso un diez a un disco: solamente 9.5 a Rock Bottom, Trout Mask Replica y The Faust Tapes. Tiene un aire medio de profesor de secundaria exigente. Es mala onda, a veces insulta a los artistas y mis gustos no suelen coincidir con los de él.

Detesta a los Beatles y, a su entender, uno de los álbumes más revolucionarios y trascendentes es el primero de los Doors (banda que nunca me llamó demasiado la atención, a decir verdad).

Qué sé yo... Igual me rei bastante leyendo algunas cosas suyas. Estuve buscando en sus escritos, pero creo que no encontré pifies como los de Christgau ("El decano de los críticos de rock", según se autodenomina), que afirma, por ejemplo, que Piazzolla nació en Nueva York. En fin...

Anónimo dijo...

El día que quiera divertirme un rato miraré por la red si encuentro algo de este Scaruffi. A mi entender, el album más revolucionario y trascendente en la historia de la música es lógicamnete el Sgt. Pepper's, aunque he de reconeecer que el primero de los Doors es, sin dudarlo, el mejor de ellos, y no está nada mal. Los de después, ya son otra historia.
Es inconcebible la historia de la musica moderna sin los Beatles. Han influido de una u otra forma, en todo lo que se ha hecho desde los 60 hasta ahora. Lo empezaron todo e influyeron en todo. Y lo que durará.
Los críticos también se tienen que ganar la vida, y algo hay que inventarse para intentar sobresalir, lo que pasa es que este Scaruffi anda por un terreno muy resbaldizo.
Lo dicho BEATLES FOREVER.
Salud,


RING

Josef Gaishun dijo...

Es que... el primero de los Doors es un buen disco, sí. Mi problema es que lo siento algo fechado, en el sentido de que perdió vitalidad y fuerza con el correr de los años; al menos, el efecto que tiene en mí la banda en general es más bien de indiferencia. Son históricamente apreciables, pero no me da demasiado placer escucharlos. Por otro lado, siempre creí que lo mejor del grupo era la presencia y revolución escénica de Morrison, cosa poco apreciable en los discos. Ninguno de los músicos me llama la atención (aunque no me parece malos intérpretes, ojo), aunque compositivamente están bien. No sé, mi reacción frente a ellos siempre fue tibia. Sin embargo, sí, su primer álbum es bueno; también Strange Days. Y le tengo cierto cariño a L.A. Woman.

Los Beatles... supongo que muchas de las cosas que aprecio en ellos ya han sido dichas mil veces. Aparte de que no tienen ni un disco malo (Please Please Me y Beatles for Sale me resultan los más flojos, ¡y son excelentes!). Sí creo que se les han adjudicado algunas cosas de modo un poco erróneo, solamente por ser conocidísimos e íconos -no me parece que TODAS las innovaciones de las que se los hacen responsables sean ciertas, aunque sí la mayoría. Tal vez una de las cosas más perdurables de su obra sea el haber consolidado una "idea de álbum", que antes en el rock era prácticamente inexistente: coherencia interna, sucesión orgánica de los temas, ponerle dedicación a ciertos aspectos de la producción que antes no estaban tan trabajados. Y claro que Lennon y McCartney eran compositores grandiosos. Y Starr un gran baterista. Y Harrison un guitarrista/compositor espléndido (literalmente "patético", en opinión de Scaruffi) que, encima, me cae endiabladamente bien y tiene una obra solista notable.

Sí, sí: ¡Beatles Forever!

Salud