Ornette on Tenor, el último disco de Coleman para el sello Atlantic, es una obra maestra del free jazz. Claro que eso no sorprende, si se tiene en cuenta que todos sus trabajos anteriores para dicha discográfica también lo son. Del free jazz, si hablamos con algo de especificidad, pero podría decirse sin temor a equivocarse que son obras maestras en general: discos que marcaron un antes y un después en la historia de la música popular.
Después de varios, muchos, álbumes maravillosos liderados por su saxo alto, en este disco, como su nombre lo indica, Ornette agarra el saxo tenor. Los choques descomunales entre su instrumento y la trompeta de Don Cherry son de lo más innovador que se podía escuchar por aquellos días. El bajista Jimmy Garrison y el baterista Ed Blackwell parecen lograr las bases justas a pesar de moverse en universos diferentes, prácticamente jamás creando una línea cómoda sobre la cual relajarse. Pero bueno, en definitiva, de eso se trata esto: de no estar nunca tranquilo, de moverse, de jugar siempre con los extremos y desplazarse por el pentagrama sin ataduras.
Ornette on Tenor es acelerado, frenético e incluso podría resultar algo esquizoide para aquellos amantes de un jazz más relajado. Parece ser música traida del futuro -de un futuro en el cual se dejaron de lado todo tipo de convencionalismos y se liberó en un cien por ciento la mente musical. Las composiciones, todas de Ornette, parecen uno de esos juegos en los que, a partir de la libre asociación, se comienza en una idea y se termina en un lugar totalmente diferente y, a primera impresión, inconexo del primero. Pero no es así, porque Coleman asocia sus ideas musicales basándose en la generación de sensaciones, de intensidad, de fuerza. Y si eso significa dar pasos gigantes en direcciones desconocidas... "bueno", parece decir, "que así sea". Y dios mío, cómo logra su propósito. Qué intensa y apasionada que es su música.
01 - Cross Breeding
02 - Mapa
03 - Enfant
04 - Eos
05 - Ecars
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