lunes, 30 de junio de 2008

Wayne Shorter - "Night Dreamer" (1964)


01 - Night Dreamer
02 - Oriental Folk Song
03 - Virgo
04 - Black Nile
06 - Charcoal Blues
07 - Armageddon

Bonus track:
01 - Virgo [Alternate take]


Night Dreamer @320 kbp/s
Bonus track @320 kbp/s

"Peter Gabriel" [Melt] (1980) - re-subido

Volví a subir el tercer álbum solista de Peter Gabriel, acá.

David Byrne - "The Complete Score from the Broadway Production of "The Catherine Wheel"" (1981)


01 - Light Bath
02 - His Wife Refused
03 - Adé
04 - Walking
05 - Two Soldiers
06 - Under the Mountain
07 - Dinosaur
08 - The Red House
09 - Wheezing
10 - Eggs in a Briar Patch
11 - Poison
12 - Cloud Chamber
13 - Black Flag
14 - My Big Hands (Fall Through the Cracks)
15 - Combat
16 - Leg Bells
17 - The Blue Flame
18 - Big Business
19 - Dense Beasts
20 - Five Golden Sections
21 - What a Day That Was
22 - Big Blue Plymouth (Eyes Wide Open)
23 - Light Bath


@320 kbp/s


A great big house- with nothing in it
He comes home, says "Now wait a minute"
He's comin' in, she's goin' out
He turns around, says "What's that about?"

Do what they like, the kid's in school
Think she don't know, now, who's kidding who?
He turns around, says "Who wants to know?"
Open the door and there's nobody home!

Go ahead: fill their heads
Go ahead: fill their heads with poison
Take a look: these people are savages!
Take a look at their misfortune

(Fragmento de His Wife Refused)

domingo, 29 de junio de 2008

T Bone Burnett - "The Criminal Under My Own Hat" (1992)


01 - Over You
02 - Tear This Building Down
03 - It's Not Too Late
04 - Humans from Earth
05 - Primitives
06 - Criminals
07 - Every Little Thing
08 - I Can Explain Everything
09 - Any Time at All
10 - I Can Explain Everything
11 - Long Time Now
12 - Kill Switch

31/08/08
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She's been told she's very bold,
she takes dares seriously
Her face burns bright on our screens tonight
'til we fall asleep deliriously

She does a high kick for a live psychic,
she puts her secrets on the line
I love you baby, I love you crazy,
I love you 'til the end of time

If I had my way
If I had my way
I would tear this building down

(Fragmento de Tear This Building Down)

Larry Coryell with John Scofield and Joe Beck - "Tributaries" (1979)


01 - The File
02 - Mother's Day
03 - Little B's Poem
04 - Zimbabwe
05 - Solo on Wednesday
06 - Thurman Munson
07 - Equinox
08 - Alster Fields
09 - April Seventh
10 - Medley: Song for My Father/Sister Sadie
11 - Copenhagen Impressions
12 - Variations on a Theme


Motivos

Los motivos que en un principio me llevaron a escribir reseñas junto a los álbumes posteados son varios: por un lado, siempre me gustó escribir y emitir mis opiniones para comunicar, discutir, crecer, construir; considero que, más allá de los espacios creativos, los espacios de debate son fundamentales.

También creo que, al obligarme a escribir una reseña sobre cada disco, no me quedaba más opción que postear un álbum cada tanto (uno por día, incluso menos) y así evitaría contribuir a esa manía deliciosa que nos lleva a tantos internautas melómanos a bajar "a troche y moche" -como dirían los traductores de canciones de los Beatles en la era del vinilo-, no solamente trabajos exquisitos, atractivos, sino también discografías completas de artistas insulsos, por el solo hecho de tenerlos al alcance de dos clicks -manía de la que soy "víctima" y que conlleva a una natural situación en la que se termina escuchando muy poco de las cataratas sonoras que se tienen archivadas en CDs, DVDs y discos rígidos. En última -pero fundamental- instancia, sentí/siento que las reseñas, más allá de su calidad, pueden ayudar a acercar a alguien a un disco al que, de otra manera, no accedería; funcionar, digamos, como empujón alentador.

Dicho todo esto, informo que, al menos por un tiempo, voy a dejar de escribir reseñas. ¿Por qué? Porque siento que el trabajo de escribirlas me hace postear, en realidad, muchos menos discos de los que hoy en día me gustaría. Noto que la lista de placas a subir se hace cada vez más larga, y muchas veces el tiempo para dedicarle al blog escasea. Si esos minutos que empleaba de vez en cuando en escribir artículos los uso para ripear más discos, voy a cumplir el que siento que es el deseo de la mayoría de los que entran al blog: encontrarse con (muchos) álbumes desconocidos, poder bajarlos y escucharlos. Sobre todo si tengo en cuenta que varios de los que entran a la página son personas de habla no-hispana y no entienden ni jota de lo que dicen mis reseñas.

Tal vez más adelante vuelva a escribir información/opiniones sobre los álbumes. Por ahora, puedo prometer dos cosas: primero, que en el blog va a haber mucha más música que antes y, segundo, que si alguien está interesado en saber de qué la va equis artista/disco, puede preguntarlo en los comments, y me encargaré de contestar lo más rápido posible.



Salud

viernes, 27 de junio de 2008

Banco del Mutuo Soccorso - "Darwin!" (1972)


A diferencia de otras agrupaciones de la movida de prog italiano, como Premiata Forneria Marconi o Picchio dal Pozzo, los Banco del Mutuo Soccorso nunca le apostaron demasiado fuerte a la prolijidad y a los detalles cuidados -al menos, no se han encargado de trabajar la prolijidad como elemento principal de su música. Lo que sí se encuentra en ellos es un despliegue acertado de numerosos trucos musicales, bien empleados y encastrados con la precisión de un puzzle. Darwin!, su segunda y tal vez más reconocida placa, es un ejemplo claro de eso.

Presentado como un recorrido a través de las teorías evolutivas de Charles Darwin, el disco va y viene entre efectos de sonido terroríficos, pianos con aire clásico, pasajes jazzeros, acelere pre-punk y algunos teclados algo fechados. La guitarra eléctrica de Marcello Todaro por momentos hace acordar demasiado a la de Steve Hackett, pero la originalidad del sonido del sexteto como un todo hace que eso no moleste demasiado.

La capacidad de los Banco para construir climas, subir y bajar con elegancia, mantener la atención del oyente a través de las variadas, coloridas, desemejantes composiciones, es asombrosa. En los momentos más deslumbrantes, cuando todos se encuentran compenetrados, bailando alrededor del núcleo magnífico que conforman las teclas de Vittorio Nocenzi y el bajo dinámico de Renato D'Angelo, es posible superar la debilidad del sonido y los ligeros defectos, para sumergirse en la creación de un conjunto con más influencias de lo barroco que de lo pastoral, algo rimbombantes por momentos, pero siempre confiados y abiertos a nuevos condimentos.

01 - L'Evoluzione
02 - La Conquista della Posizione Eretta
03 - Danza dei Grandi Rettili
04 - Cento Mani e Cento Occhi
05 - 750.000 Anni Fa... L'Amore?
06 - Miserere alla Storia
07 - Ed Ora io Domando Tempo al Tempo ed Egli Mi Risponde... Non Ne Ho!


"Enrico Rava Quartet" (1978) - re-subido

Volví a subir el disco homónimo del Enrico Rava Quartet, acá.

Don Caballero - "American Don" (2000)


Encuadrados dentro del math rock -sí, existe algo llamado así-, movida surgida en diversos puntos de Estados Unidos a finales de la década de los 80s, los Don Caballero lograron con American Don, su cuarto álbum, un cruce ajustado e imaginativo de jazz-rock, progresivo y sutiles texturas de perfil avant-garde. En este trabajo, primero sin el guitarrista Mike Banfield y con el nuevo bajista Eric Emm, el ahora trío trabaja composiciones de estructuras complejas, enérgicas y atrapantes.

Afortunadamente, los Don Caballero consiguieron dejar casi totalmente de lado las influencias metaleras con que venían trabajando, en gran parte al sacarle enormes cantidades de distorsión a las guitarras de Ian Williams, que ahora suenan limpias, cristalinas, refinadas, como una telaraña enorme cuyo mapa es difícil de descifrar. Los bajos de Emm aportan una distorsión que por momentos mantiene al trío al filo de cierta caótica muscularidad post-hardcore; consigue que la música suene como una especie de gigante benévolo que crea caos y temblores a cada paso. Uno de los mayores aciertos de Don Caballero es que, a diferencia de otras agrupaciones instrumentales de su estilo, logran generar buenas melodías, haciendo a la oída mucho más que un viaje atractivo a ninguna parte. La banda triunfa plenamente cuando logra aunar la búsqueda de belleza, los cruces intrincados/laberínticos y la fuerza descomunal de power trío post-punk.

Así que, seguramente sin resultar un descubrimiento sorprendente para nadie, y más allá de lo que el nombre y la portada puedan sugerir, American Don es un álbum más que recomendable, cuya mayor victoria reside en no encajar con comodidad en ningún género reconocible. Y en que posee temas con títulos tan ridículos que causa gracia.

01 - Fire Back About Your New Baby's Sex
02 - The Peter Criss Jazz
03 - Haven't Lived Afro Pop
04 - You Drink a Lot of Coffee for a Teenager
05 - Ones All Over the Place
06 - I Never Liked You
07 - Details on How to Get ICEMAN on Your License Plate
08 - A Lot of People Tell Me I Have a Fake British Accent
09 - Let's Face It Pal, You Didn't Need That Eye Surgery


@320 kbp/s
RE-UP (31/01/09) @320 kbp/s

The Costello Show - "King of America" (1986) - re-subido

Volví a subir King of America, de Costello, acá.

miércoles, 25 de junio de 2008

"The United States of America" (1968)


The United States of America fue una de las agrupaciones más peculiares de finales de los 60s. Liderados por Joseph Byrd, intérprete de numerosos instrumentos electrónicos, eran capaces de pasar de piezas en extremo experimentales, con numerosos sintetizadores, órganos, maquinitas de diversos tipos y baterías eléctricas, a torbellinos psicodélicos furiosos, tan cercanos a los primeros Grateful Dead como a My Bloody Valentine. A Byrd, mente principal del quinteto, se le suma la preciosa, enigmática voz de Dorothy Moskowitz, que canta como una cruza entre una Sandy Denny doblemente agotada y una especie de Laura Nyro cínica, rabiosa. Las letras pesadillezcas, críticas, acompañan a la música en esta suerte de descenso a infiernos electrónico-lisérgicos. Aires festivos sutiles, bajos que por momentos marchan como la columna vertebral de John Cleese parodiando a un militar, el violín eléctrico burlón de Gordon Marron, las composiciones afiladísimas, construidas más allá de géneros y límites, arman un álbum que parece creado para trascender y pisotear cualquier tipo de preconcepto de lo que supuestamente debería ser el rock, la psicodelia o la música electrónica.

No es casual que los United States of America logren su objetivo, no dividiendo, sino amalgamando; sumando elementos tan diversos como el agua y el aceite para lograr una obra que hierve, quema y deja pensando en cuántos territorios sonoros le quedan por explorar a la música popular. Tampoco es casual que la agrupación se llame United States of America; nombre que les permite reírse abiertamente de ese eterno intento de preservar los valores tradicionales norteamericanos al realizar una música que obligaría a taparse los oídos a casi cualquier republicano que en un principio se pueda sentir atraído/orgulloso por la idea de que cinco jóvenes titulen así a su nueva agrupación de "música moderna". Lo que sí puede resultar, más allá de toda alabanza, es que el disco suene por momentos poco conciso, algo débil como un todo. Imagino que es difícil de evitar, al tratarse de una obra que mezcla, entre otras cosas, folk, hard rock psicodélico, krautrock, pop de cámara, coros escalofriantes, curiosidad/complejidad "progresiva", densidad proto-punk y collages abstractos algo zappeanos (aunque este disco fue grabado el mismo año que Absolutely Free -es decir, Frank no se les adelantó por mucho).

Para disfrutar a esta única obra de los United States of America, entonces, hay que estar de un humor especial; buscando construcciones intrincadas y ácidas, más que pretendiendo relajarse con composiciones agradables y amenas. Pero lo más gracioso es que la cerebralidad y frialdad de ciertos (muchos) pasajes del disco se rompen en mil pedazos al irrumpir temas como I Won't Leave My Wooden Wife for You, Sugar o Stranded in Time que, en comparación con otros momentos del álbum, son -al menos desde lo puramente musical- odas a la alegría y calidez. The United States of America es un trabajo, en definitiva, que se sostiene en la tensión entre disonancia industrial, cierto romanticismo agridulce y una bienvenida dosis de absurdo irreverente. Después de semejante montaña rusa sonora, eso sí, lo que más queda retumbando en la cabeza es que es una pena que estos muchachos no hayan seguido tocando juntos.

01 - The American Metaphysical Circus
02 - Hard Coming Love
03 - Cloud Song
04 - The Garden of Earthly Delights
05 - I Won't Leave My Wooden Wife for You, Sugar
06 - Where Is Yesterday
07 - Coming Down
08 - Love Song for the Dead Ché
09 - Stranded in Time
10 - The American Way of Love
.......a. Metaphor for an Older Man
.......b. California Good Time Music
.......c. Love Is All

Bonus tracks:
01 - Osamu's Birthday
02 - No Love to Give
03 - I Won't Leave My Wooden Wife for You, Sugar - Alternate version with Moskowitz singing lead
04 - You Can Never Come Down
05 - Perry Pier
06 - Tailor Man
07 - Do You Follow Me
08 - The American Metaphysical Circus - Demo version
09 - Mouse (The Garden of Earthly Delights) - Demo version
10 - Heresy (Coming Down) - Demo version


The United States of America (RE-UP 02/08/08) @320 kbp/s
Bonus tracks (RE-UP 05/08/08) @320 kbp/s



Early in the morning,
when the sun is still asleep,
father drinks his cup of coffee,
kisses mother on the cheek

Off to work he goes,
what he does nobody knows
but he's sure to bring home money every week

Time when he and mother were young,
now those days are departed,
now he's left brokenhearted,
stranded in time

(Fragmento de Stranded in Time)

Gilberto Gil - "Refazenda" (1975)


No es novedoso decir que entre los 60s y 70s surgieron de Brasil algunos de los músicos más geniales de América Latina. Tampoco es novedoso afirmar que, entre tanta genialidad y frescura, tipos como Caetano Veloso, Gilberto Gil o Milton Nascimento sobresalen como cantautores excepcionales dentro del panorama mundial de las últimas décadas. Y es incluso dentro de este marco bellísimo que Refazenda resulta una obra maravillosa, cálida, dulce, creativa, libre.

En este trabajo, Gil consigue con éxito amalgamar ritmos típicos de Brasil con composiciones carentes de toda clase de ataduras. Absorbe las influencias para crear una música que mira para adelante, que obtiene belleza a partir de cruzar estilos e ideas de índoles diversas. En Refazenda predomina lo acústico: guitarras, bajos, vientos, percusiones, acordeones, algún que otro piano, aportan colores innumerables, sutiles, capaces de dejar boquiabiertos a los oyentes más curtidos. Su ideología pacifista, el adorable barítono de su voz, la búsqueda de lo rítmicamente ágil y bailable como remedio para las malas ondas, su constante festejo de la vida, más las interpretaciones acertadísimas, en las que los instrumentos parecen fundirse con la vitalidad contagiosa de los músicos, configuran el sonido natural de este gran disco, su enamoradizo clima orgánico.

Por suerte, Gilberto tiene el suficiente gusto como para nunca caer en lo empalagoso, como para que uno, oyente, nunca se sienta agotado por su optimismo artístico. Obviamente, si hay un motivo por el cual la cosa es así es que lo del músico brasilero es honesto, en apariencia despreocupado pero jamás insensible. Gil no tiene pretenciones de grandeza pero también detestaría caer en lugares comunes: sus canciones apuntan con la misma eficacia al corazón, al cerebro y al cuerpo, y sabe que para llegar ahí necesita vestir a sus composiciones con las mejores ropas posibles y, a la vez, no olvidarse la pureza en el camino. De ahí que Refazenda sea un trabajo irresistible, al que se puede volver constantemente y que siempre va a asombrarnos con su sinceridad, su riqueza, su ingenio, su sofisticación.

01 - Ela
02 - Tenho Sede
03 - Refazenda
04 - Pai e Mãe
05 - Jeca Total
06 - Essa é Pra Tocar no Rádio
07 - Ê, Povo, Ê
08 - Retiros Espirituais
09 - O Rouxinol
10 - Lamento Sertanejo (Forró do Dominguinhos)
11 - Meditaç
ão

@320 kbp/s


Essa é pra tocar no rádio

Essa é pra vencer o tédio quando pintar
Essa é um santo remédio pro mau humor
Essa é pro chofer de taxi não cochilar
Essa é pro querido ouvinte do interior

Essa é pra tocar no rádio

Essa é pra salir de casa pra trabalhar
Essa é pro rapaz da loja transar melhor
Essa é pra depois do almoço, moço do bar
Essa é pra moça dengosa fazer amor


(Essa é Pra Tocar no Rádio)

John Coltrane - "Coltrane's Sound" (1960 / 1964)


Obra grandiosa, aunque a veces olvidada, del gran saxofonista, Coltrane's Sound presenta al músico y a uno de sus cuartetos más renombrados (McCoy Tyner en piano, Steve Davis en bajo, Elvin Jones en batería) en la cumbre de la pasión groovera, ultra-enérgica que caracteriza a su llamado "período intermedio".

Aunque grabado en 1960, en las mismas sesiones que el también magnífico -aunque de sonido más áspero y gordo, tal vez más difícil de asimilar- Coltrane Plays the Blues, este sensacional fresco de hard-bop cálido, bien "humano", fue editado en 1964, cuando Juancito estaba en plena experimentación, grabando piezas como A Love Supreme o Ascension. Tal vez por eso incluso hoy en día Coltrane's Sound pase algo desapercibido. Pero no importa; siempre es buena la oportunidad para volver (o empezar) a escucharlo y recordar (o descubrir) sus muchos y brillantes méritos.

01 - The Night Has a Thousand Eyes
02 - Central Park West
03 - Liberia
04 - Body and Soul
05 - Equinox
06 - Satellite

Bonus tracks:
01 - 26-2
02 - Body and Soul [Alternate take]



Coltrane's Sound @320 kbp/s
Bonus tracks @320 kbp/s

martes, 24 de junio de 2008

"Matching Mole" (1972) - re-subido

Volví a subir el primer disco de Matching Mole, acá.

lunes, 23 de junio de 2008

Kevin Ayers - "Joy of a Toy" (1969)


Imagino que, en 1969, debe haber sido inesperado que el bajista de uno de los álbumes más rupturistas e innovadores de la década se despache con un primer trabajo solista compuesto casi exclusivamente de... canciones. Canciones juguetonas, irreverentes, capaces de reunir en unos pocos minutos todo lo que tiene de bueno, desprejuiciado y sorpresivo la psicodelia. Aunque, claro, tildar de "psicodelia" a lo de Ayers es quedarse corto y, para peor, puede dar una idea errada de su música.

Visto así, podría servir de algo informar quiénes son algunos de los músicos que participan de Joy of a Toy: Robert Wyatt, Hugh Hopper, Mike Ratledge (o sea: Soft Machine), David Bedford y Paul Buckmaster, entre otros. En los bonus tracks tocan los hermanos Sinclair, Richard Coughlan y, en un tema, el link más directo a lo que se suele denominar psicodelia: Syd Barrett. Los arreglos son por momentos "modestos", escuetos, aunque trabajados con gran imaginación. Los instrumentos están ejecutados, como es de esperar, con maestría. Porque todos estos músicos, excelentes instrumentistas, saben perfectamente cómo interpretar canciones "sencillas", aunque se pasen gran parte de sus vidas tocando música compleja e intrincada.

La voz señorial de Ayers le confiere a todo el disco cierto encanto gris y, sin embargo, en gran parte de la placa predomina un sentido del humor algo infantil, onírico, si se quiere, surrealista. Los teclados de Ratledge por momentos refuerzan ritmos circenses (Joy of a Toy Continued, por ejemplo) y, en otros casos, crea pasajes tétricos al darle rienda suelta a su distorsión softmachinesca (Stop This Train (Again Doing It)). El bajo de Ayers tiene un sonido suelto y húmedo, que crea la sensación de que las notas van a saltar de los parlantes y ponerse a bailar alrededor nuestro. Los temas más calmos son bellísimos: Eleanor's Cake (Which Ate Her) tiene un aire más bien pastoral, Girl on a Swing es un acercamiento al pop de cámara; en ambos encontramos a un Ayers serio, que busca con éxito la mejor forma de expresar sus sentimientos respecto de algunas mujeres.

Lo más interesante, como suele ocurrir con los grandes cantautores, es ver cómo Kevin logra un sonido bien personal al sumarle influencias diversas a ideas únicas y composiciones novedosas: entonces, en Joy of a Toy se puede encontrar, aparte de todo lo ya nombrado, climas góticos, folk, romanticismo, pop, electricidad punzante, melodías dulzonas, vientos disonantes (oboe, trombón, un kazoo maravilloso), los coros embrujados de las Ladybirds en Oleh Oleh Bandu Bandong, personajes femeninos misteriosos y fabulescos (The Lady Rachel, The Clarietta Rag). Ayers presenta un universo mágico y musicalmente exquisito, habitado por espíritus tristes, algo sombríos, a los que el cantautor parece proponerles que busquen alegría en los senderos más creativos de su imaginación y, claro, en el amor. Nosotros, oyentes embelesados por su arte, haríamos bien en prestarle atención.

01 - Joy of a Toy Continued
02 - Town Feeling
03 - The Clarietta Rag
04 - Girl on a Swing
05 - Song for Insane Times
06 - Stop This Train (Again Doing It)
07 - Eleanor's Cake (Which Ate Her)
08 - The Lady Rachel
09 - Oleh Oleh Bandu Bandong
10 - All This Crazy Gift of Time

Bonus tracks:
01 - Religious Experience (Singing a Song in the Morning) - Featuring Syd Barrett
02 - The Lady Rachel - Extended first mix
03 - Soon Soon Soon
04 - Religious Experience (Singing a Song in the Morning) - Take 103
05 - The Lady Rachel - Single version
06 - Singing a Song in the Morning


Joy of a Toy @320 kbp/s
RE-UP (02/08/08): @320 kbp/s
Bonus tracks @320 kbp/s


Have you seen miss Clarietta
riding round on her lambretta
on the mountainside
Looking out for friendly faces,
peering out of mountain places,
waiting for a ride
She's the queen of mountain magic, everybody knows,
and late at night she sings with gentleness
becoming to a rose

Please send her a great big shining star
to show her where you are
Please give her the love you've stored away,
you cannot lose today

(Fragmento de The Clarietta Rag)

domingo, 22 de junio de 2008

Ástor Piazzolla - "Otoño Porteño" (1984)


Composiciones grandiosas, dueñas de enorme fuerza emotiva. Improvisaciones impecables, altamente imaginativas, que ponen en evidencia el nivel magistral de sus intérpretes. Climas que pintan paisajes nostálgicos, tristes, conmovedores y -como dice el poco creativo título de la edición- otoñales, típicamente porteños. Todo eso se encuentra plasmado en este recital que Ástor Piazzolla (no soy el primero en decirlo, tal vez el mayor innovador de la música argentina del siglo XX) brindó junto a su quinteto del momento en el Festival Internacional de Jazz de Montreal el 4 de julio de 1984. El conjunto está integrado por el gran Ástor en bandoneón, Pablo Ziegler en piano, Fernando Suárez Paz en violín, Oscar López Ruiz en guitarra eléctrica y Héctor Console en contrabajo.

De la música de Piazzolla se podrían decir mil cosas; a su tango revolucionario se le podrían poner cientos de adjetivos. Romántico, cerebral, pasional, complejo, vibrante, infernalmente creativo, fundamental, sensible, melancólico, gris (de hecho, es capaz de expresar la gama de grises más amplia de la historia de la música), solemne y a la vez vívido, deslumbrante, mágico. Son las primeras palabras que se me vienen a la cabeza y las que en estos segundos mejor me permiten expresar, dentro de mi vocabulario sin duda (muy) limitado, lo que me transmite el arte de Ástor, lo que me transmite el Otoño Porteño que estoy escuchando en este mismo momento. Pero no me preocupa mucho, porque en definitiva sé que por más amplio que sea un vocabulario nunca le va a hacer verdadero honor a la música de Piazzolla, al genio que fue capaz de pensarle la vuelta de tuerca más asombrosa a uno de los pocos géneros musicales interesantes surgidos en Argentina.

Encima, acá está acompañado por cuatro músicos buenísimos, que comprenden a la perfección al artista y dialogan inteligentemente con ese bandoneón inquieto, expresivo, filoso. El violín lloroso de Suárez Paz en Adiós Nonino; la guitarra imaginativa de López Ruiz, que supo decodificar a la perfección los clásicos arreglos de Cacho Tirao y, al mismo tiempo, desarrollar un sonido personal, ligeramente funky, impregnado de efectos sabrosos; el danzar monstruoso del contrabajo de Console en Muerte del Ángel; el piano impecable de Ziegler en Chin Chin. Y al comienzo del final, esa cascada de caos que son los primeros segundos del tema que da título al álbum. Este recital deja bien en claro que Ástor Piazzolla ha logrado, como muy pocos tipos, unir al pasado y al presente en un universo creativo, por supuesto, atemporal.

01 - Lunfardo
02 - Muerte del Ángel
03 - Resurrección del Ángel
04 - Tristeza de un Doble A
05 - Adiós Nonino
06 - Chin Chin
07 - Otoño Porteño (Les 4 Saisons de Buenos Aires)


25/08/08:
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Centipede - "Septober Energy" (1971)


Claro que no puedo decirles nada sobre esta música, porque sería tonto, y no puedo examinar en público las oscuras razones que llevaron a Keith a idear este loco circo viajante conocido como "Centipede". Si me pusiera a hablar sobre cómo Fripp se las arregló con los inauditos problemas de producción en tan corto espacio de tiempo, estaría haciéndoles perder el suyo, porque el trabajo ya está hecho y de cualquier forma nunca logré comprender los detalles técnicos. ¿Debería tratar de explicar las letras de Julie? ¡Claro que no! Ella ya les dijo exactamente lo que quería decirles ahí, en el disco. ¡Y piensen cuán irrelevante sería siquiera mencionar el gran arte de la producción teatral de Patto estrenada en privado y conocida como "Ducks in Flight"! ¿Y podría ahora nombrar a todos los músicos a los que todavía me he abstenido de nombrar?
¡Para nada!
Así que me estoy negando a escribir una nota sobre esta orquesta, incluso a decir que es el grupo más feliz con el que jamás hemos trabajado, porque, después de todo, si les contara cuán increíblemente emocionante es estar arriba del escenario con estas personas... realmente, ¿qué sentido tendría? De cualquier manera, voy a dejarlos con un breve, pero importante, mensaje de Nick Evans: "Wah-Hey!".

Estas son las palabras escritas por Robert Wyatt respecto de esta magnífica pieza compuesta por Keith Tippett e interpretada por notables músicos británicos de jazz y rock; algunos bien conocidos (Wyatt, Elton Dean, Ian McDonald, Mongezi Feza, Gary Windo, Nick Evans, John Stanley Marshall, Brian Godding, Zoot Money), otros no tanto.

Entre los instrumentos ejecutados se cuentan un piano (el de Tippett, claro), una guitarra, un bajo eléctrico, varios contrabajos y baterías, numerosos violonchelos y vientos (saxos alto, tenor y barítono, trompetas, trombones, oboes, clarinetes, flautas...), y muchos violines. El texto cantado durante el transcurso de la extensa obra es de Julie Tippett (también conocida como Julie Driscoll o Julie Tippetts -con "s" al final), cantante excelente y pareja de Keith. La producción es de Robert Fripp.

Ahora, ya expuesta la información de rigor, ¿qué se puede decir sobre esta genialidad que no haya dicho ya, con su particular sentido del humor, Robert Wyatt? Los territorios a los que arriban Tippett y compañía al mezclar jazz, rock y música de cámara son increíblemente originales. Una delicia para los oídos. Sacarle todo el jugo posible al disco requiere infinidad de escuchadas, ya que las diversas capas de instrumentos con que está compuesto cada fragmento de la obra hace que siempre haya música nueva para descubrir. Los violines se convierten en vehículos de tensión, la guitarra de Godding aporta una distorsión por momentos fundamental, los tres bateristas se cruzan con maestría logrando texturas novedosas y una energía descomunal, los bajos construyen capas espesas que le otorgan robustez al conjunto.

Septober Energy, título que tiene todo el sentido del mundo si se considera que, entre septiembre y octubre, en Inglaterra comienza el otoño, es un trabajo peculiar y arriesgado. No es sorprendente que el buen Robert aclare que el otro Robert (el productor, el de King Crimson) se topó con problemas de producción inauditos: ¿cómo lograr que este juego de proporciones monumentales, tan complejo y rico, suene bien al pasar por el estudio de grabación? Y sin embargo, Fripp lo logra. Consigue que la banda transmita en un álbum, tan bien como seguramente lo hacía en vivo, toda su extraordinaria, emocionalmente abrumadora, energía de septubre.


CD1
01 - Septober Energy - Part 1
02 - Septober Energy - Part 2
CD2
03 - Septober Energy - Part 3
04 - Septober Energy - Part 4


@320 kbp/s
RE-UP (05/08/08): @320 kbp/s



Take away everything that we own
We can even live without a home
Have all the money if that is your goal
But you'll never touch our soul

(Fragmento de Septober Energy)

Nick Cave and The Bad Seeds - "Murder Ballads" (1996) - re-subido

Volví a subir Murder Ballads, de Nick Cave and The Bad Seeds, acá.

Dave Mason - "Alone Together" (1970) - re-subido

Volví a subir Alone Together de Dave Mason, acá.

"Rickie Lee Jones" (1979) - re-subido

Volví a subir el primer álbum de Rickie Lee Jones, acá.

sábado, 21 de junio de 2008

"The Kinks Are the Village Green Preservation Society" (1968)


The Kinks Are the Village Green Preservation Society no es el disco que hizo que se empiece a tomar a los Kinks como a una banda seria y única (ese paso ya había sido dado un poco antes, entre Face to Face y Something Else by The Kinks), pero sí es el primero en el que, a mi entender, alcanzan un sonido personal y diferente a cualquier cosa escuchada antes. Sí es el primero que no baja el nivel ni un segundo durante quince canciones. Sí es el primero que logra redondear con éxito una idea conceptual. Sí es el primero que presenta a Ray Davies como uno de los cinco o seis mejores compositores de su generación.

Village Green Preservation Society es, como su título deja entrever, un álbum en el que se añora la vida inglesa campestre. A no confundir: no se trata de defender un conservadurismo político, sino de retratar con cariño esa tierra idílica asociada a las adolescencias inocentes, a la fuerte unión familiar, a la conexión profunda con la vida animal y vegetal, a la gente sencilla, a la devoción religiosa, al aire puro y a los enormes terrenos verdes. Es un lamento, un recuerdo nostálgico e idealizado del pasado entre tantas fábricas contaminantes, tanto ruido industrial y el ritmo frenético de la vida moderna.

Para lograr esa sensación vieja, los Kinks logran sonar transparentes como banda, con arreglos casi siempre directos, y le confieren a las canciones una producción opaca, austera, en apariencia torpe, que transforma en realidad sonora a los recuerdos de las letras de Davies y hace aparentar al disco mucho más antiguo de lo que es. En Village Green... no hay una melodía floja, una nota fuera de lugar: todo, incluso la apenas lamentosa voz de Davies y los teclados/melotrones añejos de Nicky Hopkins, está sincronizado para transportar al oyente a las tierras humildes que tanto apreciaban hombres como Edmund Burke. Las primeras líneas del tema que abre la placa ("We are the Village Green Preservation Society / God save Donald Duck, Vaudeville and Variety"*), el ritmo apenas sensual de Sitting by the Riverside (y su suave transición hacia un asfixiante caos psicodélico), los coros de Starstruck, los personajes maravillosos creados por el compositor (el rebelde Johnny Thunder, el amigo de la infancia Walter, la "bruja" Annabella)... Este disco es pura magia.

Y lo mejor de todo: esa sensación de que detrás del supuestamente sincero y unidimensional homenaje al estilo de vida campestre se esconde una burla ácida e irreverente, una crítica implícita a la estrechez conservadora, a las limitaciones que en gran medida conllevan esa visión paradisíaca de la vida inglesa pre-moderna. Crítica también perceptible tanto en la literatura de Dylan Thomas, una de los inspiraciones de Davies al crear este álbum, como en numerosos referentes culturales de finales de los 60s y comienzos de los 70s, desde los geniales Monty Python hasta la impagable película Straw Dogs de Sam Peckinpah. En definitiva, ¿quién dice que ese Phenomenal Cat del que hablan los Kinks no pueda ser algún señor gordo, aburrido y derechista de esos que abundaban en la Inglaterra pre-industrial -y siguen abundando en la Inglaterra moderna, en la Argentina moderna, en la Rusia moderna...?

01 - The Village Green Preservation Society
02 - Do You Remember Walter
03 - Picture Book
04 - Johnny Thunder
05 - Last of the Steam-Powered Trains
06 - Big Sky
07 - Sitting by the Riverside
08 - Animal Farm
09 - Village Green
10 - Starstruck
11 - Phenomenal Cat
12 - All My Friends Were There
13 - Wicked Annabella
14 - Monica
15 - People Take Pictures of Each Other


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Baby, you don't know what you're saying
because you're a victim of bright city lights
and your mind is not right,
you think the world's at your feet

'Cause you're starstruck, baby, starstruck,
taken in by the lights
You think you'll never look back
You know you're starstruck on me

Baby, you're running around like you're crazy,
you go to a party and dance through the night
and you'll drink 'till you're tight
and then you're out on your feet

'Cause you're starstruck, baby, starstruck,
taken in by the lights
You think you'll never look back
You know you're starstruck on me

(Fragmento de Starstruck)


* "Nosotros somos la Asociación Preservadora de Aldeas Verdes / Dios salve al Pato Donald, al Vaudeville y a la [revista] Variety"

Wilco - "Yankee Hotel Foxtrot" (2000 / 2002)


La grabación de Yankee Hotel Foxtrot, llevada a cabo durante el año 2000, tuvo dos conflictos principales, que trascendieron las paredes del estudio y de los edificios de Reprise Records: por un lado, el cantante/guitarrista/compositor Jeff Tweedy, el multi-instrumentista/compositor Jay Bennett y el productor Jim O'Rourke estuvieron meses discutiendo respecto al enfoque que querían otorgarle a las canciones: Bennett quería que el sonido general del disco fuera más bien accesible y cristalino, Tweedy optaba por algo más cargado y denso. Cuando O'Rourke metió mano en I Am Trying to Break Your Heart, Tweedy quedó tan satisfecho que dejó en su poder la mezcla de todo el álbum y, una vez que los tres terminaron el arduo proceso de producción -o sea: cuando Tweedy quedó satisfecho-, Bennett fue echado de la banda. O eso se dice. El segundo problema fue que, una vez grabado el disco, los señores de Reprise, compañía con la cual tenía contrato Wilco, dijeron "no, esto no va a pegarla, no lo editamos", por lo cual la banda tuvo que distribuirlo de forma gratuita a través de internet hasta que, en abril de 2002, consiguieron que Nonesuch Records se encargara de editarlo comercialmente.

Tal vez la espera haya valido la pena, ya que una vez que el trabajo estuvo en la calle fue recibido con los brazos abiertos por la crítica y el público. Que mejor disco del año, que mejor disco de la década, que mejor disco de la historia, lo cierto es que, sin ser una obra maestra, Yankee Hotel Foxtrot está muy bien. Funciona. Las canciones están escritas con sutileza y énfasis en las melodías vocales; los arreglos tienen, obviamente, muchísimo trabajo encima: la mezcla es peculiar, alternando con imaginación instrumentos acústicos con órganos y sintetizadores que, si bien en la primera oída pueden parecer caprichosos, colaboran con eficacia para construir los climas que cada canción requiere.

Desde Uncle Tupelo, su banda anterior, se viene notando que Tweedy tiene un interés particular por el pop/rock de los 60s y los 70s y por la música country. Acá eso salta a la vista con facilidad y, de hecho, tal vez uno de los mayores errores de YHF sea que, más allá de la originalidad del sonido, casi todas las composiciones hacen acordar a otros artistas. Lo cual no significa que parezca un rompecabezas armado con partes de otras canciones ni, mucho menos, que Tweedy sea un ladrón de melodías. Lo de Wilco es personal, y YHF no podría haber sido grabado en un momento que no sea el de fines de los 90s/comienzos del 00. Es sólo que la cualidad de oyente compulsivo de Jeff inevitablemente construye lazos fuertes que atan sus creaciones al pasado.

La producción, más allá de anécdotas e innovaciones, es impecable. ¿Cuántos discos pueden tener canciones con mezclas y arreglos tan disímiles y al mismo tiempo sonar coherentes como un todo? YHF tiene, entre otras cosas, ambientación asfixiante, deformación de los instrumentos y numerosas capas de teclas (I Am Trying to Break Your Heart), un violín amable a la Camper Van Beethoven (Jesus, Etc.), canciones de amor honestas y accesibles (I'm the Man Who Loves You), una canción nostálgica con aires al Pavement más pop (Heavy Metal Drummer) y cintas superpuestas cuya supuesta azarosidad se corta al aparecer en escena un acertadísimo piano eléctrico (los últimos segundos de Ashes of American Flags). A veces la banda brilla en todo su esplendor, limpia, exponiendo el costado más radial de las composiciones de Tweedy/Bennett; en otras ocasiones, las máquinas tapan a la banda, Tweedy se acuerda de las melodías más cansinas de Uncle Tupelo y uno se ve obligado a hacer un esfuerzo por encontrar a la canción entre tanto barullo. Pero, repito, la cosa funciona.

El comentario puede hacer pensar a quien nunca haya escuchado Yankee Hotel Foxtrot "ah, pero esto es OK Computer". No, el sonido de esta placa es algo más atemporal que el del aclamadísimo disco de Radiohead. Jeff Tweedy es menos sufrido, menos pretencioso que Thom Yorke. Más honesto, si se quiere, más creíble. Por otro lado, me cae más simpático el espíritu folkie de los Wilco (nótese, por ejemplo, la rítmica forma de rasgar la guitarra acústica de Jeff), que la por momentos aparente negación de la canción acústica (o, al menos, intento de transformarla absolutamente) de Yorke y sus compinches. Y eso que los Radiohead me caen bastante bien.

01 - I Am Trying to Break Your Heart
02 - Kamera
03 - Radio Cure
04 - War on War
05 - Jesus, Etc.
06 - Ashes of American Flags
07 - Heavy Metal Drummer
08 - I'm the Man Who Loves You
09 - Pot Kettle Black
10 - Poor Places
11 - Reservations


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It's my father's voice dreaming of sailors sailing off in the morning
for the air-conditioned rooms at the top of the stairs
His jaw's been broken, his bandage is wrapped too tight,
his fangs have been pulled and I really want to see you tonight

There's Bourbon on the breath of the singer you love so much
He takes all his words from the books that you don't read anyway
His jaw's been broken, his bandage is wrapped too tight,
my fangs have been pulled and I really want to see you tonight

(Fragmento de Poor Places)

Spinetta-Jade - "Los Niños Que Escriben en el Cielo" (1981)


En mi libro, Los Niños Que Escriben en el Cielo es el último álbum eléctrico interesante de Luis Alberto Spinetta. Cómo el mismo hombre que en 1981 estaba escribiendo y tocando canciones como El Hombre Dirigente o Un Viento Celeste, dos años más adelante grababa la horrible Mapa de Tu Amor es algo que va más allá de mi comprensión. Pero eso no importa mucho.

Los Niños... continúa, en cierta forma, la senda del primer/anterior trabajo de Jade, el superior Alma de Diamante, aunque disminuyendo la cantidad de pasajes instrumentales y virando un poco más hacia la new wave, movida que estaba en su apogeo por aquellos primeros años de la década de los 80s. La voz del Flaco todavía estaba llena de texturas, en muy buena forma (y era agradable su modulación, que es lo que más se vio afectado en las últimas décadas). Las letras todavía no presentan las metáforas fáciles e imaginería vacía que comenzó a trabajar más adelante, y si se puede percibir un acercamiento al universo poético en que se sumergiría de lleno un par de años más adelante, las canciones salen airosas, ya que la búsqueda todavía se siente honesta, sensible y nada formulaica. Spinetta todavía tenía cosas para decir.

El sonido general de la banda es muscular, con aires de jazz-rock, aunque su fuerza se ve perjudicada por la producción, a mi entender algo chata. También agota un poco la presencia exagerada de los tecladistas Diego Rapoport y Juan Del Barrio -quienes están muy bien en su labor, pero hubiera sido interesante apreciarlos en dosis más moderadas, en especial con respecto a la guitarra de Luis Alberto, que casi siempre queda un poco atrás. Así y todo, la pasión y vitalidad de la banda es perceptible en todo el álbum, sobre todo en la dupla bestial que conforman Francisco Ojstersek (bajo) y Pomo (batería).

Más allá de las fallas, también las canciones de Spinetta brillan: el espectro abarca desde baladas hermosas como Sexo o La Herida de París, hasta las feroces Moviola y Contra Todos los Males de Este Mundo, pasando por muy bellos instrumentales (Siguiendo los Pasos del Maestro, Influjo Estelar), siendo todas las últimas grandes composiciones del Flaco hasta hoy en día -descontando las del trabajo acústico de 1982 Kamikaze, que por lo general son mejores que las de Los Niños... pero fueron escritas varios años antes.

01 - Moviola
02 - La Herida de París
03 - El Hombre Dirigente
04 - Sexo
05 - Siguiendo los Pasos del Maestro
06 - Contra Todos los Males de Este Mundo
07 - Un Viento Celeste
08 - No Te Busques Ya en el Umbral (Umbral)
09 - Influjo Estelar
10 - Nunca Me Oíste en Tiempo


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Deambulan los perros en busca de agua
y cómo pasa el tiempo sin fuego, sin fuego
Ángel de los pobres, pequeña armonía,
algo tiene un ensueño en este insomnio

Tu ser sin querer se abrirá de la luz,
se irá sin saber que lo amaban...

Ya dejaste tu día buscando las moras,
hablando de los niños que escriben en el cielo
Apocalypse de aire, de aire,
termina todo ese oro en tus bolsillos

Perdido en el mundo tu ser te dolerá al fin,
ombligo de piedra marcado...

(Fragmento de No Te Busques Ya en el Umbral (Umbral))

viernes, 20 de junio de 2008

"Enrico Rava Quartet" (1978)


Por qué Enrico Rava no es un tipo más conocido entre los amantes del jazz y de la música popular en general es algo que me supera ampliamente. El trompetista fue consolidando durante los 70s -y sigue desarrollando hasta el día de hoy- un estilo interpretativo relajado aunque feroz, capaz de calar profundo en los huesos de los oyentes. Su oído afilado para las melodías fugaces y sabrosas, su indescriptible capacidad para cruzar instrumentos con naturalidad envidiable, son marcas difíciles de olvidar una vez escuchadas.

Dentro de todos sus excelentes trabajos, Enrico Rava Quartet sobresale, tanto en lo referente a la calidad musical como en lo que respecta al reconocimiento obtenido. Grabado en 1978 y editado por ECM, para este álbum Rava llamó a tres músicos enormes: el baterista Aldo Romano, también italiano, el bajista francés Jean-François Jenny-Clark y el trombonista norteamericano Roswell Rudd. Juntos logran uno de los discos de jazz más innovadores y bellos de finales de los 70s: Jenny-Clark y Romano dialogan en un lenguaje exquisito, tocando lo justo y necesario para crear un ambiente respirable y dejarles espacio a Rava y Rudd para que hagan malabares con sus juguetes de metal, de a ratos algo crudos, de a ratos suaves como dos colchones de agua. Desde el groove infernal de The Fearless Five, que parece un personaje arlequinesco de alguna película de la primera etapa de Fellini hecho música, hasta las constantes variaciones rítimicas de la inagotable Tramps, este cuarteto mágico se da el gusto de hacer de todo, incluso de reinterpretar -de manera sutil, emotiva- la composición Round About Midnight del gran Monk.

01 - Lavori Casalinghi
02 - The Fearless Five
03 - Tramps
04 - Round About Midnight
05 - Blackmail

Egg - "The Polite Force" (1971)


Menos jocoso y juguetón que el debut homónimo de 1970, este segundo trabajo discográfico de Egg presenta al trío mucho más seguro de sí mismo, interpretando los temas con firmeza y altas dosis de creatividad. The Polite Force podría ser considerado uno de los trabajos más "convencionales" surgidos de la escena de Canterbury -cosa comprensible si se tiene en cuenta, sin ir mucho más lejos, en qué otros conjuntos tocó el tecladista Dave Stewart durante (fines de los 60s y) los 70s: Hatfield and the North, Arzachel, Khan, National Health, Gong.

Pero, a no confundir: el enfoque de Stewart, Mont Campbell y Clive Brooks poco y nada tiene que ver con el de otros tríos de similar formación como Emerson, Lake and Palmer. En Egg el jazz está en primer plano, tanto en la batería saltarina de Brooks, como en los vientos oscuros de Contrasong, como en la capacidad para tocar con mucha más emoción que virtuosismo, intentando transmitir ideas, imágenes y climas, en lugar de esa conocida arrogancia que parece gritar "miren qué bien que toco, muchachos". Por ejemplo, Stewart -como tantos otros tecladistas de música popular- toma una pieza clásica para adaptarla en un contexto de rock: en este caso, Durch Adams Fall Ist Ganz Verdebt de Johann Sebastian Bach, que conforma el núcleo del tema Boilk; sin embargo, la absoluta experimentación de la obra, esa búsqueda tan peculiar entre psicodelia y música concreta es radicalmente diferente de otras cruzas de rock con obras clásicas.

Es una pena que después de grabar este trabajo los Egg se separaran. El lado positivo es que al partir de Egg Stewart pudo participar en otras agrupaciones, algunas incluso más atractivas que esta. Dentro del universo de Egg, sin embargo, quedaría todavía una buena noticia: en 1974 - cuando ya formaba parte de Hatfield and the North- el tecladista logró que Caroline Records edite un tercer y último trabajo de este trío: el álbum consiste en piezas compuestas e interpretadas en vivo durante 1972, fue grabado en 1974, se llamó The Civil Surface y, hay que decirlo, también resultó ser endiabladamente bueno.

01 - A Visit to Newport Hospital
02 - Contrasong
03 - Boilk
04 - Long Piece No. 3 [I]
05 - Long Piece No. 3 [II]
06 - Long Piece No. 3 [III]
07 - Long Piece No. 3 [IV]

jueves, 19 de junio de 2008

The Costello Show - "King of America" (1986)


En diciembre de 1983, poco antes de grabar el pobre Goodbye Cruel World, Elvis Costello anunció que se retiraba del mercado musical y que ese disco, creado en medio de tensiones con su conjunto The Attractions, iba a ser el último de su carrera. El álbum resultó un trabajo fallido, al punto de ser considerado todavía por muchos fanáticos y melómanos en general como lo peor del gran Elvis ("Congratulations! You've just purchased our worst album"*, anuncia sonriente y autocrítico el cantautor en las notas internas de la reedición de Rykodisc de 1995).

Al poco tiempo de su pseudo-retiro Costello se divorció y ya en 1985 volvió a ver con buenos ojos la idea de volver a tocar en vivo y meterse en el estudio. Finalmente, mientras se cambiaba legalmente el conocido nombre "Elvis Costello" por el "Declan Patrick MacManus" con que nació y le agregaba en el medio un "Aloysius", el músico británico le fue dando forma a King of America, su mejor obra en varios años. Las relaciones musicales que fue generando durante estos últimos tiempos (la amistad con el gran T-Bone Burnett, el hecho de que Elvis haya producido en 1985 Rum, Sodomy & the Lash de The Pogues, con cuya bajista, Cait O'Riordan, estuvo en pareja) colaboraron para concretar el sonido del disco: a diferencia de los acercamientos a un sonido más "ochentoso" de trabajos como Punch the Clock o el ya nombrado GCW, en King of America hay un feliz sumergimiento en ritmos tradicionales norteamericanos como el blues, el folk o el country (lo que suele llamarse "roots rock" y que también entra en la gigante caja de "americana"), lo cual implica un predominio de guitarras acústicas y la inclusión de Dobros, marimbas, mandolinas y un par de acordeones (uno francés, un acordeón piano).

La alegre y enamoradiza Lovable (escrita junto a O'Riordan), la sufrida I'll Wear It Proudly, el cover bien arriba del desenfrenado Eisenhower Blues de J.B. Lenoir, la ligeramente jazzística (en el sentido de, por ejemplo, el jazz cancionero de Tom Waits) Poisoned Rose, son algunos de los mejores fragmentos de este trabajo excelente. Una llave para entender el proceso por el que pasó Elvis durante esos dos años y pico es Brilliant Mistake, que abre la placa y presenta una letra sobre errores y arrepentimientos, en la que MacManus se lamenta por las acciones de Costello -y juega hábilmente con el pasado y el presente-, alcanzando/arrancando uno de los picos más altos de su carrera.

Siempre ácido y humorístico, EC se autodenomina en los créditos como "The Little Hands of Concrete" ("Las pequeñas manos de hormigón"), en referencia a su no muy virtuosa ejecución de la guitarra. Pero todos sabemos que eso no importa mucho, que por más que Elvis no sea el mejor guitarrista del mundo sí es uno de los mejores compositores pop, y es esa mezcla cuasi mágica de canciones excelentes, llevada suelta, producción orgánica (a cargo de Burnett y Costello -o, como dice, en los créditos, MacManus) e interpretaciones redondas (EC sabe siempre rodearse de buenos músicos, cosa que salta a la vista en esta oportunidad, en la que está acompañado de los "viejos" Attractions y los "nuevos" Confederates, más otros invitados) lo que hace que este retorno suyo al mundo musical sea tan grande. King of America es un momento de belleza absoluta en un viaje creativo y siempre sorprendente en el que Elvis viene practicando desde hace décadas y sin miedo mil mutaciones dentro de los límites amplios de la canción.

01 - Brilliant Mistake
02 - Lovable
03 - Our Little Angel
04 - Don't Let Me Be Misunderstood
05 - Glitter Gulch
06 - Indoor Fireworks
07 - Little Palaces
08 - I'll Wear It Proudly
09 - American Without Tears
10 - Eisenhower Blues
11 - Poisoned Rose
12 - The Big Light
13 - Jack of All Parades
14 - Suit of Lights
15 - Sleep of the Just

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He thought he was the King of America,
where they pour Coca Cola just like vintage wine

Now I try hard not to become hysterical

but I'm not sure if I am laughing or crying

I wish that I could push a button

and talk in the past and not the present tense
,
and watch this hurtin' feeling disappear

like it was common sense

It was a fine idea at the time,
now it's a brilliant mistake

She said that she was working for the ABC News,
it was as much of the alphabet as she knew how to use

Her perfume was unspeakable
, it lingered in the air
like her artificial laughter
, her mementos of affair
"Oh" I said, "I see you know him"
"Isn't that very fortunate for you"
,
and she showed me his calling card,

he came third or fourth and there were more than one or two

He was a fine idea at the time,
Now he's a brilliant mistake


He thought he was the King of America

but it was just a boulevard of broken dreams

A trick they do with mirrors and with chemicals
,
the words of love in whispers
and the axe of love in screams
I wish that I could push a button

and talk in the past and not the present tense,

and watch this lovin' feeling disappear

like it was common sense


I was a fine idea at the time,

Now I'm a brilliant mistake


(Brilliant Mistake)



* "¡Felicitaciones! Acabás de comprar nuestro peor álbum"

Dave Mason - "Alone Together" (1970)


Cuando en 1969, durante una gira por los Estados Unidos, Dave Mason fue echado de Traffic, muchos pensaron que ese sería el fin de la agrupación y de la carrera musical de su compañero Steve Winwood, al que se lo veía "perdido" sin Mason ("I know, the real heavy in Traffic, poor Stevie is lost without him"*, arranca la un-poco-en-broma-un-poco-en-serio, floja, premonitora de malos augurios y -como es de esperar- escueta crítica de Robert Christgau de Alone Together). Lo cierto es que, entre ese año supuestamente decisivo para el cuarteto y los primeros meses del siguiente, ocurrieron tres cosas: a) Winwood formó Blind Faith, junto a Eric Clapton, Ginger Baker y Ric Grech, con quienes grabó un único y muy buen disco homónimo, b) tras la disolución de Blind Faith, Winwood comenzó a trabajar en un álbum solista que terminaría siendo el nuevo trabajo de Traffic, John Barleycorn Must Die, con el resto de la banda excepto Mason y c) este último grabaría su excelente debut en solitario.

La historia continuó siendo turbulenta: Mason volvió a Traffic a mediados de 1971 y durante muy poco tiempo, lapso en el cual grabaron el disco en vivo Welcome to the Canteen. Tras su nueva y definitiva partida, Traffic mantuvo el trío Winwood-Capaldi-Wood y, junto a otros músicos que se fueron sumando, continuaron grabando trabajos de muy buen nivel hasta 1974. Pero lo que importa acá es ese álbum solista de Mason, tan aclamado en su momento (convengamos en que incluso Christgau lo trató bastante bien, dentro de lo usual en el crítico), en el cual el compositor inglés se ve rodeado de músicos tan notables como Jim Keltner, Eric Clapton, Leon Russell o Larry Knetchel.

La senda que transita Mason es, en líneas generales, folk-rock (más cerca, si se quiere, de cantautores norteamericanos como Stephen Stills, que de compatriotas suyos como Fairport Convention). Ágil, con letras bienintencionadas, melodías pegadizas, sonido prolijo y, al mismo tiempo, apasionado en su sencillez. No es casual que la primera canción de esta obra, la preciosa Only You Know and I Know, sea reminiscente del Traffic más alegre y directo (por ejemplo, de temas como You Can All Join In o Feelin' Alright, del disco homónimo) pero, al mismo tiempo, su sonido haga acordar mucho al del debut solista de Clapton, grabado entre fines de 1969 y comienzos de 1970: los dos discos comparten a varios músicos, parecen poseer búsquedas estéticas similares y, si bien los encares musicales son claramente distintos, es palpable que ambos fueron concebidos dentro de una misma movida.

Y como ese primer trabajo de Eric, Alone Together también se pasa rápido: sus treinta y cinco minutos desaparecen entre bases sólidas, pasajes instrumentales con vuelo, un par de solos excelentes, melodías vocales dulzonas, composiciones y arreglos laburados con dedicación y, sobre todo, mucha onda. Porque en definitiva Alone Together puede parecer no mucho más que un disco de amigos, grabado entre risas y con pocas pretenciones; pero es justamente en esa capacidad de transmitir la alegría -imagino yo- vivida durante las horas de creación, de poder plasmar en una obra artística atractiva y redonda el goce que proporciona hacer una música como la de este Mason de comienzos de los 70s, donde reside el mayor logro del disco. No es fácil escribir buenas canciones, no es fácil arreglarlas y producirlas con gusto e ideas y, por sobre todo, no es fácil alcanzar la humildad, honestidad y frescura que desprende cada nota de este acertadamente titulado Alone Together.

01 - Only You Know and I Know
02 - Can't Stop Worrying, Can't Stop Loving
03 - Waitin' on You
04 - Shouldn't Have Took More Than You Gave
05 - World in Changes
06 - Sad and Deep as You
07 - Just a Song
08 - Look at You, Look at Me

RE-UP 22/06/08 @320 kbp/s

* "Ya sé, el realmente bueno de Traffic, el pobre Stevie está perdido sin él"

miércoles, 18 de junio de 2008

Peter Hammill - "The Silent Corner and The Empty Stage" (1974)


El tercer álbum en solitario del líder de Van der Graaf Generator es, también, uno de los más perturbadores y logrados. Abriendo con Modern, pieza impecable que arranca con la martilleante, pesada guitarra acústica de Hammill y su voz más furiosa, todo The Silent Corner and The Empty Stage está atravesado por pasajes instrumentales de una densidad avasallante, melodías amenazantes, interpretaciones crudas y ese cantar único de Peter, que funciona como medio para exorcizar sus peores demonios, rabioso, catártico y artísticamente fructífero.

Hammill y sus acompañantes (Hugh Banton, Guy Evans y David Jackson -o sea, los mismos músicos que conformaban Van der Graaf por aquellos días-, más la guitarra de Randy California en Red Shift) consiguen plasmar ese sonido particular, agridulce, que prima en toda la obra de Hammill solista y de VdGG. Sin embargo, The Silent Corner... es un álbum particularmente interesante, en especial debido a la excelente calidad de las composiciones, que unidas logran resumir en cincuenta minutos gran parte del universo musical del cantautor británico. A diferencia de los discos de VdGG, acá sobresalen las canciones, todas surgidas de la cabeza de Pedro, con no muchos pasajes instrumentales largos y un predominio de guitarras y pianos acústicos.

Otro elemento destacable es que The Silent Corner... posee más cohesión como álbum que otras joyas de su carrera en solitario -Fools Mate, Over-. Hammill logra construir acá una obra que minuto a minuto crece en emotividad, en la cual cada fragmento es genial por separado pero adquiere una dimensión aún mayor en relación con los demás. Las letras presentan escenarios góticos, una imaginería fantástica que constantemente recurre a mundos alternativos y personajes supranaturales para expresar emociones/sensaciones bien humanas, cuestionamientos existencialistas, que surgen de la garganta de Peter como hechizos macabros. La culminación de este viaje abismal es A Louse Is Not a Home, con texturas complejas de teclas y una sensación ligeramente épica, melodramática (un dramatismo nada exacerbado, en el sentido de que el líder de VdGG logra siempre evitar facilismos épicos grandilocuentes), que funciona como un subeibaja de tensión y cierra bien arriba, con la respiración contenida, este trabajo magnífico de uno de los cantautores más personales y expresivos de los últimos cuarenta años.

01 - Modern
02 - Wilhelmina
03 - The Lie (Bernini's Saint Teresa)
04 - Forsaken Gardens
05 - Red Shift
06 - Rubicon
07 - A Louse Is Not a Home

RE-UP 06/07/08: @320 kbp/s


Genuflection, erection in church
Sacristy cloth, moth-eaten shroud
Secret silence, sacred secrets
accumulate dust, aggravate the eye

Incautious laughter after confession
Benediction, fictional fear
Hidden faces, Grace is a name
like Chastity, like Lucifer, like mine

(Fragmento de The Lie (Bernini's Saint Teresa))

Moving Gelatine Plates - "Removing" (2006)


Veintiséis años después de Moving, su último álbum, y a casi treinta y cinco de sus dos obras más reconocidas -el disco homónimo y The World of Genius Hans- los Moving Gelatine Plates volvieron al estudio. En realidad, los únicos que "volvieron al estudio" son el nombre y el bajista de la agrupación, Didier Thibault, único miembro de la formación original que figura acá. Lo cierto es que Thibault armó un grupo muy lindo, y los MGP dejaron de ser un cuarteto francés y pasaron a ser un septeto francés, conformado por músicos hábiles e imaginativos, capaces de crear composiciones muy buenas y una música por demás disfrutable.

Por supuesto, al cambiar de semejante forma la agrupación, cambió también la perspectiva y el encare musical: es cierto, este MGP renovado también hace lo que algunos insisten en llamar "rock progresivo", pero del novedoso vuelo canterburiano y la solidez del cuarteto guitarra/bajo/batería/vientos que los caracterizaba durante los 70s pasaron a generar una mezcla curiosa entre todo lo que a estos siete muchachos se les pasó por el camino: un par de canciones, guitarras rockeras punzantes, bases ligadas al jazz-rock, algunos grooves ligeramente funk, cuerdas con aire a educación musical de cámara, un par de teclados distorsionados a la Mike Ratledge, melodías vocales con reminiscencias de Yes.

La pregunta, sin duda, es: ¿cómo hacen estos imaginativos franceses para que no suene todo como un pastiche horroroso y de mal gusto, pegado a los apurones con cinta adhesiva? Bueno, calculo que en parte puede deberse a la química generada como agrupación, sin la cual sería difícil aunar influencias tan diversas, por más virtuoso que se sea. Pero, sobre todo, creo que lo que hace que la banda suene ajustada es cierta formalidad de la que no pueden desprenderse, cierta prolijidad que, si bien hace que todo funcione, los tiene algo atados. Es un problema menor: si siguen en esta búsqueda, podrán trabajar algunos elementos de manera más original y tocar con una despreocupación (interpretativa y compositiva, sobre todo en lo referente a la posibilidad de desprenderse de las influencias para crear un sonido original, propio) que, en este álbum, les falta. La gran noticia, más allá de la música en sí, es que el bueno de Thibault volvió a grabar, y que se lo nota en buena forma.

01 - Removing
02 - Like a Flower
03 - Enigme
04 - Comme Avant
05 - Breakdown
06 - Nico
07 - Bellidor
08 - Waiting for the Rain
09 - Theo

"Rickie Lee Jones" (1979)


El primer álbum de Rickie Lee Jones es uno de los debuts más frescos y prometedores grabados por una cantautora desde los años de las primeras obras de Joni Mitchell o Laura Nyro. Con músicos excelentes, bajos eléctricos funkies, guitarras cristalinas y su voz dulce, Jones repasa anécdotas de amigos y romances o inventa personajes adorables en once canciones, una más atractiva y disfrutable que la otra. Por momentos -en especial en Easy Money-, Rickie ya deja entrever la cruza entre folk y jazz acústico que desarrollaría con más fuerza y profundidad en discos como Pop Pop o Traffic from Paradise, aunque en líneas generales el panorama compositivo de este debut es mucho más variado que el de dichos álbumes.

R.L.J. ya presenta acá, a los veinticinco años, una notable capacidad para escribir letras directas, honestas, funcionando como una genial retratadora de corazones vagabundos; también demuestra tener una gran voz -en The Last Chance Texaco, por ejemplo-, pasión por las bases grooveras, los pianos eléctricos y los vientos coloridos -Young Blood, Danny's All-Star Joint- y un excelente oído para arreglar e interpretar baladas -On Saturday Afternoons in 1963, Company-. Algo romántica, también dueña de un relajado estilo urbano-nocturno-intelectual-bohemio (que puede hacer acordar tanto a su ex pareja Tom Waits como a la Annie Hall de Diane Keaton), la joven Rickie Lee logró un álbum que es un triunfo desde todo punto de vista y que, para mejor, contiene a uno de los más hermosos hits radiales de las últimas décadas: Chuck E.'s in Love.

01 - Chuck E.'s in Love
02 - On Saturday Afternoons in 1963
03 - Night Train
04 - Young Blood
05 - Easy Money
06 - The Last Chance Texaco
07 - Danny's All-Star Joint
08 - Coolsville
09 - Weasel and the White Boys Cool
10 - Company
11 - After Hours (Twelve Bars Past Goodnight)

RE-UP 22/06/08: @320 kbp/s


How come he don't come and p.l.p. with me
down at the meter no more?
How come he turn off the TV
and he hang that sign on the door?
We call and we call, "How come?" we say
Hey, what could make a boy behave this way?

He learn all of the lines
and every time he don't stutter when he talks
And it's true! It's true! He sure is acquired this kinda
cool and inspired sorta jazz when he walk
Where's his jacket and his old blue jeans?
If this ain't healthy is it some kinda clean?

I think that Chuck E.'s in love
Chuck E.'s in love - love, love, love

I don't believe what you're saying to me
This is something I got to see
Is he here? I look in the poolhall
Is he here? I look in the drugstore
Is he here? No, he don't come here no more

I'll tell you what: I saw him,
he was sittin' behind us down at the Pantages,
and whatever it is that he's got up his sleeve
I hope it isn't contagious
What's her name? Is that her there?
Christ, I think he's even combed his hair!
Is that her? What's her name?
Oh, it's never gonna be same
But that's not her! I know what's wrong!
'Cause Chuck E.'s in love with the little girl who's singing this song

Don't you know Chuck E.'s in love - yeah, yeah
Chuck E.'s in love - love, love, love
Chuck E.'s in love - with me

(Chuck E.'s in Love)